¡No son «crímenes pasionales», son ASESINATOS!

Si bien es cierto que cada vez más los medios se hacen eco de la necesidad de mostrar la desigualdad que vive la mitad de la población, todavía es necesario abordarla de manera integral y transversal en todas las informaciones. Todavía es frecuente preocuparse por cómo se informa sobre violencia de género e indignarse ante titulares que hablan de mujeres que “mueren” o “pierden la vida” en lugar de decir que son “asesinadas”. Desde No Estás Sola queremos invitar a los periodistas a reflexionar sobre la relación que existe entre la violencia contra las mujeres y el modo en que estas aparecen representadas a menudo en los medios de comunicación y la publicidad.

Las noticias sobre asesinatos machistas llenan titulares todos los días, pero aunque parezca exagerado, estas son solo la punta del iceberg de todas las violencias que sufren las mujeres. La base de ese gran bloque de hielo se construye a diario mediante discursos y estereotipos que refuerzan la desigualdad y la idea de que las mujeres son inferiores y están supeditadas a los hombres. Es frecuente que nos consideren meros objetos – propiedad de algún hombre – por eso, nos mencionan en noticias como ”las mujeres de” ”las hijas de” en lugar, de resaltar nuestra individualidad o nuestros logros profesionales. Es común que se refieran a Shakira como ”la mujer de” Piqué y olviden en la nota, mostrar sus largos años de carrera profesional y sus muchos éxitos. Shakira ya era Shakira mucho antes de que apareciera Piqué. Igual pasa con la exagerada atención que recibió la orientación sexual de Claudia López al ser elegida la primera alcaldesa de Bogotá. Poco o nada se habló de los muchos años de carrera política, de su trabajo social o de la lucha por romper el ”techo de cristal” y ocupar ese sillón. Se habló eso sí de sus atributos físicos, porque la belleza, nuestra delgadez o nuestro estilo al vestir es siempre un espacio obligatorio en las noticias. ¿Han visto que se hable del atractivo, la forma física o el estilo de vestir de otros mandatarios hombres? ¿Duque, Trump o Macron?

Especial atención recibe cada vez más el tratamiento informativo de la violencia de género. Pocos medios usan ya la expresión “crimen pasional” para informar sobre un asesinato machista. Por suerte, cada vez hay mayor conciencia social en lo que se refiere a feminicidios y agresiones sexuales. Titulares del tipo ”Muere una mujer al ser estrangulada por su novio” provocan hoy la indignación de organizaciones de mujeres que recuerdan que las mujeres no fallecen o “pierden” la vida sin más, sino que son asesinadas. Igualmente, se sigue llamando la atención a los medios sobre el hecho de informar sobre el comportamiento de las mujeres antes, durante y después de la agresión con expresiones como ”iba sola” ”llevaba minifalda” o ”estaba borracha”. Expresiones que sirven para culpabilizar a las víctimas pero, exonerar de responsabilidad a los agresores. ¿Doble rasero?

Está claro, al menos para algunos, que este titular es un descalabro periodístico. La cocaína no cometió el feminicidio, sino el agresor. Nada justifica ser víctima de violencia de género (caminar sola, de noche o en minifalda), como nada justifica – el consumo de drogas, alcohol o un ataque de ira – la responsabilidad del agresor de un crimen. Dejen de justificar al agresor por su elevada ingesta de alcohol o por el desmadre de la última noche, porque si buscan una causa, esta siempre es el MACHISMO. Demasiadas veces también, se invisibiliza al agresor de un crimen por ocupar un reconocido cargo público – políticos, funcionarios públicos, famosos – o porque a ojos de todos ”era muy buen vecino”. No difuminemos la responsabilidad de un delito o lo justifiquemos, porque estaremos ayudando como profesionales de la comunicación a minimizar el problema. Seremos parte del problema, en lugar de ser parte de la solución.

Como profesionales de la comunicación, tenemos el deber de revertir esta situación y combatir los mensajes discriminatorios. Nuestra prioridad también debe ser reflexionar y desmontar las rutinas periodísticas que tenemos integradas para incorporar otras más inclusivas y aprender a aplicar la perspectiva de género en la información. Informar sobre la violencia de género de una manera ética y rigurosa para contribuir a su erradicación social. No es una tarea fácil cambiar la mirada e incorporar los lentes de género. Por suerte, existen muchos recursos disponibles que te ayudarán en esta tarea. Aquí os dejamos algunos:

  1. Taller de Periodismo contra las Violencias Machistas de Oxfam y La Marea.

https://www.informarsobreviolenciamachista.com/

  1. Guía de buenas prácticas para periodistas y profesionales de la comunicación. Comunicar en Igualdad de Mujeres en Red.

http://www.mujeresenred.net/spip.php?article2366

  1. Manual de Género para periodistas de America Latina Genera.

http://www.americalatinagenera.org/es/documentos/Folleto_ManualdeGenero.pdf

  1. Lenguaje no sexista. Tips para evitar el uso sexista del lenguaje cotidiano de Oxfam.

https://recursos.oxfamintermon.org/hubfs/Ebooks/ebook_Lenguaje_no_sexista.pdf

  1. Guía para el tratamiento informativo de la violencia de género del Consejo Audiovisual de Andalucía.

https://www.consejoaudiovisualdeandalucia.es/sites/default/files/recomendacion/pdf/1606/guia_violencia_de_genero.pdf

Estos recursos te ayudarán en tu camino hacia un periodismo más comprometido con los derechos de las mujeres y a tomar conciencia sobre cómo incorporar la perspectiva de género en tus piezas informativas. Desde los medios de comunicación y la publicidad debemos sancionar discursos y estereotipos que fomentan la desigualdad entre hombres y mujeres o la idea de que las mujeres son entes pasivos e inferiores. ¡Seamos parte de la solución!

 

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