La pandemia del coronavirus transgredió límites y fronteras de todos los países y puso en evidencia la necesidad urgente de elaborar estrategias que garanticen la salud y seguridad de la población. Igualmente, también expuso las grietas más finas de la desigualdad de género presentes en la sociedad. Durante esta cuarentena, muchas mujeres se encontraron solas, o con sus hijas e hijos, encerradas con su agresor e incluso, potenciales feminicidas. “El aislamiento forzoso que conllevan las cuarentenas enfrenta a las mujeres a un riesgo muy alto de que se extreme la violencia en su contra al convivir tiempo completo con sus victimarios”, decía en marzo el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI).
¿Qué es la violencia intrafamiliar? Cuando hablamos de este tipo de violencia nos referimos al ejercicio de la violencia en el seno de una familia. Es decir, la acción u omisión que un integrante ejerce contra otro integrante produciéndole daño físcio o psíquico. A veces también es nombrada como violencia familiar o violencia doméstica y puede incluir distintas formas de maltrato, desde intimidación hasta golpes pasando por el acoso o los insultos. El violento puede ejercer su accionar contra un solo integrante de la familia (como su pareja o su hijo) o comportarse de forma violenta con todos. En este vídeo de Margarita y la violencia intrafamiliar, realizado en el marco del Programa de Justicia para una Paz Sostenible de USAID, conocerás su caso particular y los mecanismos de atención y protección vigentes en Colombia para resarcir tu derecho a vivir una vida libre de violencias durante esta cuarentena.
En Colombia, según el Observatorio Colombiano de las Mujeres, durante los primeros 30 días de confinamiento, las llamadas a la línea 155 aumentaron un 163% y los “hechos de emergencia”, en los que la vida de las mujeres está en peligro, aumentaron un 553%, pasando de 32 llamadas en el 2019 a 209 durante el aislamiento. En cuarentena las están agrediendo. Las están matando. Desde la campaña de No Estás Sola de la Alianza de Mujeres Tejedoras de Vida del Putumayo se han pronunciado en numerosas ocasiones sobre el alza de la violencia contra las mujeres durante esta crisis del coronavirus. Durante la cuarentena, la campaña brindó atención psicológica y jurídica a 22 casos, 9 de ellos de Mocoa. En el caso de las Comisarías de Familia, en Mocoa se atendieron 90 casos de violencia física y psicológica; en San Miguel 10 casos, de los cuales 4 eran violencia física a menores de edad; Orito registró 4 casos de violencia intrafamiliar y 8 casos de violencia sexual a niñas, y por último, Puerto Guzmán, donde se atendieron 7 casos, 3 de violencia intrafamiliar, 3 de violencia sexual a menores y 1 posible caso de feminicio a una niña menor de 9 años. Desde No Estás Sola hemos solicitado información al respecto a las instituciones de la Ruta de Atención pero no hemos recibido respuesta. Pese al silencio, sabemos que hay muchos más casos… Muchos más.
Ante el alza de la violencia contra las mujeres, la vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, anunció que una de las medidas que se implementó fue el fortalecimiento de la línea 155, y el aumento del número del personal de psicólogas, sociólogas y policías para atender estos casos. Igualmente, a nivel nacional estipuló también el funcionamiento de las comisarías de familia y casas de acogida. Medidas necesarias pero todavía insuficientes ante la avalancha de casos de violencias de género que se registran a nivel nacional, especialmente, a medida que el confinamiento se alarga y la situación socioeconómica de las familias empeora. Si estás siendo víctimas de violencia de género en tu entorno familiar o sabes de alguien que esté en esa situación, no dudes en notificar a las autoridades de la Ruta de Atención a Víctimas o a No Estás Sola. Tienes derecho a vivir una vida sin violencia de género. No te calles y pide ayuda. #No Estás Sola
